Día 10: Pontevedra – Padrón – Villagarcía de Arosa – Isla de Arosa – Cambados – El Grove – Combarro – Pontevedra
Hoy toca madrugar, puesto que que como será un día muy completo, a las 7:30h ya estamos en pie, para comenzar la ruta por las Rías Baixas. Una de las zonas más turísticas, pero también más espectaculares de Galicia; una zona que combina paisajes increíbles, pueblos con encanto y además una gastronomía como pocas en el mundo.
De modo que, sin ni siquiera desayunar, sobre las 8:40h nos pusimos en marcha dirección Padrón, lugar en el que comenzaríamos nuestra ruta por la Rías Baixas.
Ruta por las Rías Baixas
Padrón
Tras estar recorriendo la N – 550 durante un poco más de 50 minutos, llegamos a Padrón. Ya una vez en el pueblo, nos dimos cuenta de que a pesar de que era temprano, no habían muchos lugares donde dejar el coche, así que decidimos aparcar en el parking del supermercado Eroski, y ya de paso comprar unos cafés en el mismo.
Nos tomamos los cafés y rápidamente nos dirigimos hacia el interior del pueblo. Ya una vez en el mismo, pudimos apreciar que las calles del centro de la localidad son bonitas, pero tampoco son nada del otro mundo. Sin embargo, nos acercamos hacia la Iglesia de Santiago Apóstol, y nos dimos cuenta de que, lo que no podéis dejar de hacer si visitáis este municipio, es acercaros a las orillas del Río Sar. Ya que de esta manera obtendréis una de las mejores postales, no solo del pueblo sino de toda Galicia, con el río y el Convento del Carmen al fondo.
Además nos empezó a seguir un pato, que es muy popular entre los locales, y que convirtió este lugar, en uno de los momentos más mágicos del viaje.
Posteriormente, compramos algunos productos tradicionales, debido a que era nuestro último día completo en Galicia, y atravesamos el Xardín botánico de Padrón, antes de llegar a la Casa Museo De Rosalía De Castro. En la cuál no pudimos entrar por falta de tiempo, pero que según hemos leído es muy recomendable.
Horario
- Horario de verano (julio a septiembre):
- De 10:00h a 14:00h
- De 16:00h a 20:00h
- Resto del año:
- De 10:00h a 13:30h
- De 16:00h a 19:00h
- Domingo y festivos: De 10:00h a 13:30h
- Lunes: Cerrado
Precio
- Individuales: 2 €
- Grupos de más de 20 personas: 1,20 €
- Colegios (mayores de 6 años): 1 €
- Colegios (menores de 6 años): Gratuita
Villagarcía de Arosa
Nos despedimos de Padrón y continuamos por la PO – 548 hasta Villagarcía de Arosa. Por esta carretera, fuimos bordeando la Ría de Arousa, y antes de llegar a nuestro destino final, hicimos una pequeña parada el Santiago de Carril, un pueblo de pescadores.
Un alto en el camino, antes de llegar a Villagarcía de Arosa. Lugar en el que tuvimos muy mala suerte, porque tardamos más de 1 hora en aparcar, porque había un mercadillo. De hecho cuando ya habíamos decidido que nos íbamos a ir porque estábamos perdiendo demasiado tiempo, fue cuando encontramos aparcamiento.
Supongo que sería porque era sábado y porque había mercado, ya que, este, fue el lugar con más ambiente que vimos en todo el viaje.
Al poco tiempo de comenzar a recorrerlo, ya nos percatamos de que esta localidad, es una villa bastante grande y muy comercial, con comercios locales, pero también con tiendas de las marcas más reconocidas. De modo que, como nuestra intención era no perder mucho tiempo, pasamos rápidamente de las calles del centro, atravesamos el mercadillo, y nos acercamos hasta el Pazo De Vistalegre. O lo que es lo mismo, el monumento más reconocido del municipio.
Más tarde, fuimos recorriendo el mercadillo, que ocupaba todo el pueblo, y llegamos al Mercado de Abastos, en el que pudimos observar algunos de los pescados más comunes de la zona.
Si tenéis curiosidad por saber en que puesto del ranking mercados se encuentra, os animo a qué pinchéis aquí.
Isla de Arosa
Antes de continuar contándoos mi experiencia personal, me gustaría comentaros que si vais a hacer una ruta por las Rías Baixas, os recomiendo que tengáis en cuenta el tiempo que se tarda entre lugar y lugar. Ya que, por ejemplo desde el Villagarcía de Arosa, hasta la Isla de Arosa hay solo 14 km, pero se puede llegar a tardar más de 45 minutos en llegar de un lugar a otro, en un día sin mucho turismo, porque las carreteras son carreteras comarcales, que son bastante lentas y hay bastante turismo. De manera que, os animo a que planifiquéis la ruta bien o que sigáis la mía, pues, sí que es posible hacerla en un día, de hecho, si tenéis más suerte para encontrar aparcamiento, podréis hasta añadir lugares.
O Risón
Volviendo de nuevo a ruta por las Rías Baixas, nuestro siguiente destino era la Isla de Arosa, así que para llegar al mismo tuvimos que atravesar el espectacular Puente de A Illa de Arousa.
Ya una vez en la isla, no tuvimos mucho tiempo para descubrirla, porque ya eran las 14:30h pasadas y teníamos que buscar un lugar para comer. Por lo que, finalmente decidimos darnos un capricho y comer una mariscada en el restaurante O Risón.
Pedimos almejas, mejillones, navajas, pimientos del padrón y un cheescake, más bebidas y cafés por 65,30€, lo que hizo que se convirtiera en la comida más cara del viaje, pero a su vez, una experiencia gastronómica espectacular. Ya que en general todo el marisco estuvo increíble; sin embargo, por muy raro que pueda parecer, lo que realmente me enamoró fue el cheescake, que es de los mejores que he probado en mi vida.
En definitiva, aunque no podemos comparar con otros locales de la zona, la realidad es que este nos pareció muy correcto de calidad – precio, de modo que si estáis por la isla y no veis otro restaurante que os atraiga más, os animo a que probéis este.
Si necesitáis cualquier otra información acerca de la comunidad de Galicia, seguro que la encontraréis pinchando aquí: Guía de Galicia
Cambados
Después de comer, nos dirigimos hacia uno de los pueblos más famosos de la ruta por las Rías Baixas, Cambados.
Ya una vez en el pueblo, aparcamos muy cerquita del centro, y accedimos al mismo por la impresionante Praza de Fefiñáns. En esta plaza, pudimos observar algunos de los edificios más importantes de la ciudad como; el Pazo de Fefiñáns, la Igrexa de San Benito o la Torre del Homenaje.
La entrada a la iglesia es gratuita, no obstante la entrada al pazo no lo es. Desgraciadamente no os puedo decir nada sobre el precio y los horarios del pazo, porque los van cambiando muy a menudo.
Más tarde, recorrimos la Rúa Real, que se encuentra compuesta por numerosos comercios, que son tiendas de vinos. Y posteriormente callejeamos por las serpenteantes calles del centro del municipio. Antes de dirigirnos hacia la zona del Convento de San Francisco, donde nos despedimos de uno de los pueblos que nos gustó, pero que a su vez más nos decepcionó del viaje.
El Grove
Proseguimos con la ruta de las Rías Baixas dirección a O Grove, bordeando la costa, como había sido habitual al largo de todo el día.
Fuimos por la carretera, que se encuentra paralela a la Playa de la Lanzada, y antes de llegar a nuestro destino final, fuimos participes de un atasco, que corroboraba que este también es otro de los lugares más turísticos de las Rías Baixas. Por lo que, atravesamos el pueblo con el coche y decidimos irnos sin ni siquiera bajar. Esta decisión fue causada, por la gran cantidad de personas y coches que habían en el municipio, de modo que, decidimos no perder más tiempo en un lugar que no íbamos a lograr disfrutar.
Así que hicimos el mismo camino, pero a la inversa, para salir del pueblo, y nos dirigimos hacia nuestro próximo destino, que sería Combarro. Lo que indicaba, que no visitaríamos otro de los lugares más populares de la zona, Sanxenxo.
Combarro
Sobre las 18:30h llegamos a Combarro, pero no fue hasta las 19:15h, cuando logramos aparcar. Sin embargo, Combarro era una de esas localidades, que no podíamos dejarnos sin ver en esta Ruta a Galicia en 11 días.
Este pueblo, es uno de esos pueblos, sobre los que esperas mucho, pero que no solo cumplen con las expectativas, sino que te logran sorprender hasta puntos inimaginables.
Cuando ya habíamos aparcado muy cerca del Porto Marítimo, en un aparcamiento gratuito, decidimos que no podíamos hacer otra cosa que ir hacia la zona más mágica del pueblo, la zona de los Hórreos de Combarro.
Pese a que seguramente encontraréis grandes aglomeraciones en esta zona, si os lo tomáis con calma se puede llegar a disfrutar de uno de los lugares más bonitos, no solo de la Rías Baixas, sino de Galicia.
Recorrer sus increíbles callejuelas, buscar sus 7 cruceiros, quedarse embobado con los hórreos, tener una perspectiva increíble del pueblo desde la Praia do Padrón, comprar alguna artesanía tradicional… son algunas de las cosas que podéis hacer en uno de esos municipios mágicos, y que no podéis dejar de visitar.
De modo que, si tenéis curiosidad por saber en que puesto del ranking pueblos se encuentra, os animo a qué pinchéis aquí.
En definitiva, este es uno de esos pueblos que no tienen grandes monumentos, pero que es para recorrerlo con calma y disfrutar de cada una de las calles y de los rincones del mismo. Y ya si tenéis la oportunidad de descubrirlo a la hora del atardecer, como nos pasó a nosotros, será uno de esos pueblos que no olvidaréis jamás.
Chiruca
Sobre las 21:30h llegamos a Pontevedra, y ya sin tiempo para ver nada de la ciudad, decidimos buscar un lugar para cenar. De modo que, tras preguntar en algunos restaurantes y que nos dijeran que iban a estar llenos durante toda la noche, nos encontramos con el restaurante Chiruca. Un restaurante que en un principio no nos convencía mucho y en el que cenamos por 39,20€.
Pedimos; una ración de empanada de la casa, que estaba horrenda, unos chipirones a la plancha, muy malos, una zorza con patatas fritas bastante decente y una ración de tortilla de patatas muy buena. Por lo que, a pesar de la tortilla, es un lugar que no recomiendo y en el que no repetiríamos.
De modo que, para quitarnos el mal sabor de boca y poner una guinda al pastel a nuestro último día completo en Galicia, decidimos ir a la cafetería La Torta. En la que pedimos alguna copa y algún dulce que no estaba mal del todo, sin embargo, no podemos dejar de mencionar que la atención fue desastrosa.
Ya sobre las 00:30h, decidimos que era hora de volver hacia el hotel, y empezar a soñar en el día siguiente, en el que visitaríamos Puebla de Sanabria.
Ruta por las Rías Baixas
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