Durante nuestra ruta por Peñíscola en 1 día, decidimos comer en este establecimiento, del cual veréis a continuación esta Crítica Heladería Chiquita. Un restaurante orientado hacia los turistas (como casi todos los restaurantes de la localidad), con unas críticas pésimas, y en el que tuvimos que comer porque el resto de restaurantes de Peñíscola o estaban llenos, o tenían unos precios totalmente desproporcionados para lo que ofrecían. De modo que, tras mucho pensarlo nos decantamos por esta opción que no sabíamos si culinariamente sería decente, pero que por lo menos tenía buenas vistas.
Sin más dilación pasamos a la reseña, en la que o podré reafirmar las malas críticas o podré dar una opinión contraria que difiera a la del resto.
Crítica Heladería Chiquita
Sábado 1 de Agosto de 2020
Primeras impresiones
Nos sentamos en una de las mesas que tenían en el exterior del local, y al poco tiempo nos sirvieron las bebidas y nos tomaron nota. En cuanto a lo que íbamos a pedir, dudamos entre varias opciones, pero finalmente nos decantamos por pedir un menú en el que se incluía un entrante por persona, arroz al centro y un postre o café por 15€ por persona, pero que no incluía bebidas.
Mientras hacían la comida, pudimos disfrutar de las vistas y de la brisa marina que ayudó a que nos olvidáramos aunque fuera por unos instantes del sofocante calor que hacía en Peñíscola.
Pescadito Frito
El primer entrante que nos trajeron fueron unos pescaditos fritos, que se notaba que no eran frescos y que además, estaban mal cocinados. De manera que, si el producto en sí no era suficientemente malo solo hay que ver la foto, para darse cuenta de que es una de las vajillas más horrendas en las que me han podido servir una comida. Por lo que sumando todos estos factores es un plato que se queda con una puntuación de un 1.
Almejas
Si el primer entrante no fue de nuestro agrado este no iba a mejorar. Unas almejas en las que masticar las propias almejas significaba masticar granos de arena que hacían que fuera imposible comérselas, y que estaban servidas en una salsa con ajo y perejil a la que le faltaba sal, de modo que no puede pasar de la puntuación de 0,1.
Chipirones
Terminamos la ronda de entrantes con unos chipirones bañados en una piscina de aceite que enmascaraba el sabor del resto del plato y que hace que este, tenga una puntuación de 0,6.
Si queréis saber por qué puntúo tan bajo, encontraréis la respuesta en el artículo sobre Cómo hago mis críticas gastronómicas.
Arroz negro
Tras los entrantes pasamos al que fue el motivo de nuestra visita, el arroz negro. Un arroz negro que no estaba muy bien cocinado, y que de sabor no perdurará en nuestra memoria, pero que tenía una buena cantidad de marisco. De manera que a pesar de que no tenía ese punto socarrado que tan imprescindible es en un arroz seco, consigue una puntuación de un 2.
Postres
Terminamos la comida con un pudin que no llegué a probar y que por tanto no voy a valorar, y con una tarta de Nutella que sin ninguna duda fue lo mejor de la comida.
Una tarta de Nutella compuesta por numerosas obleas entre las cuales estaba impregnada la mencionada Nutella y que conseguían que la tarta en general tuviera un toque crujiente que haga que hasta el momento sea un postre que yo no hay visto en ningún otro lado, y que consiga una puntuación de 3,6.
Valoración final
Creo que la valoración y por tanto la puntuación final es algo bastante deducible por mi opinión respecto a los platos. Pese a ello, os animo a que vayáis para que podáis dar vuestra valoración y dejármela en los comentarios, pero yo no puedo hacer otra cosa que darle un 1,5 de puntuación.
Crítica Heladería Chiquita
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Comentad que os ha parecido este artículo de la crítica la Heladería Chiquita. Si tenéis alguna duda acerca de él y si cambiarías algo acerca de mi valoración.
Compartan con aquellas personas que sean unas apasionadas de la gastronomía para que conozcan nuevos restaurantes, y os animo a que me dejéis vuestras recomendaciones sobre restaurantes en los comentarios.
Instagram: https://www.instagram.com/planaje.jmm/
2 comentarios
Lo cierto es que no por donde empezar… si por el principio o en hotel planteándome la existencia del caos en el devenir de los acontecimientos.
Hay cosas menos difíciles a que te toque la primitiva pero no por ello son casi imposible que te sucedan, y así ha sido.
Paseábamos por la magnífica población de Peñiscola, famosa no sólo por su castillo sino por su variedad de restaurantes de todo tipo de precios y calidades. Pues si nos sucedió a nosotros. Fuimos los elegidos, nosotros y un pequeño grupo de » privilegiados» que decidimos ante tan maravilloso vistas sentarnos en este restaurante. Aquí fue sin lugar a dudas el principio de nuestra surrealista odisea. Mi pareja una vez sentados como es costumbre en ella leyó los comentarios de este local y el azar hizo que leyeramos tu comentario, yo desconfiado y escéptico le comenté que el comentario sería de algún local de la competencia a lo que mi pareja respondió que eran comentarios de gente especializada pedimos unos mejillones chipirones encebollados y un arroz a banda. Al primer bocado de los chipirones mi vida cambió jamás había comido cosa peor. Una cebolla blandengue que pareciera la pobre varios estados de congelación y descongelación. Lo cierto es que cuando vieron que nos la dejábamos apareció nuestra salvadora camarera que nos cambió el plato por otro de la carta, yo en esos momentos ya había leído el comentario de vosotros y ante la duda de cometer un nuevo error pedimos otra de mejillones.
Apareció nuestra salvadora camarera con la paella,nos dijo que la cocinera era nueva y que se había equivocado con la paella y que habia puesto pulpo en el arroz a banda. Experimentación mediterránea pensé. Mi optimismo natural se tornó en pesimismo nada más probarla porque la paella era como una cantera de sal, era sal con arroz en forma de cata plasma, una forma compacta de arroz en donde el arroz se pegaba entre sí de forma caldosa y compacta. De nuevo vino nuestra salvadora cámara disculpándose de nuevo proponiendonos una nueva paella con los ingredientes originales, es esos momentos yo ya había leído más comentarios y delicadamente le comenté si podía hacerme lomo con patatas y mi pareja sepia plancha a lo que la camarera accedió gustosa. Vinieron los platos además con un huevo frito extra para mi y ensalada.
Nos dio por tomarlo a risa y que esta experiencia sería recordada,más y con más risa con el paso del tiempo.
Mi consejo final es si alguna vez coméis ma por una mala elección que no os fastidien el viaje que la vida no es solo comer.. bueno nos vamos a ver al papá Luna y rezar para que mejore la calidad de Chiquita
Pd: mención especial a la camarera que estuvo en todo momento disculpándose e intentando arreglar lo imposible
Atentamente Ettore
Claro que sí, al final todo son experiencias y hay que sacar el lado positivo!!